De: Jelinek, Elfriede, Los excluidos, Ed. Mondadori, Madrid, 1992
"De ahí alguna vez surge un genio que encuentra alimento en la indigencia y cuyas fronteras la marca la locura. De la indigencia pretende salir a toda costa, de la locura no siempre llega a evadirse [...] en medio de su podredumbre evoluciona un genio..." (p. 12)
"Anna argumenta que el placer simboliza la muerte del deseo porque representa, simultáneamente, su apogeo, su meta y su fin." (p. 17)
"Rainer le dice que tenga en cuenta que el deseo de amar se transforma en deseo de ser amado. Y que quiere ver florecer su cuerpo hasta sentir repugnancia." (p. 12)
"Cada minuto entero alberga en su interior el declive de una historia claudicante y quebrantada." (p. 89)
"Se ha quedado parado en el estanque donde la muerte deposita un gorrito de marinero sobre la cara del niño muerto." (p. 95)
"Reiner dice que posiblemente se quite la vida. Seguro que con esto atrae sobre sí la atención de Sophie. De no ser así se desintegrará completamente y desaparecerá. El mundo entraña una dulce indiferencia, dice Camus. Cuando a uno le roban la esperanza lo único que tiene en sus mano es el presente, uno pasa a convertirse en la realidad misma y todos los demás son comparsas. De todos modos, eso ya lo son." (p. 200)
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