De: Sartre. Jean-Paul, La muerte en el alma, Ed. Losada, Buenos Aires, 1975
"Soy buena con todo el mundo por orgullo, y dura con él porque me pertenece." (p. 22)
"Pero la multitud nos ha aprisionado y, como la multitud avanza, avanzamos; ya no somos más que patas de este interminable gusano." (p. 23)
"Habían perdido la guerra como se pierde el tiempo: sin darse cuenta de ello." (p. 37)
"Cuando se está triste, las razones de alegrarse se hacen tristes y uno se alegra tristemente." (p. 49)
"- No tenía tiempo para dedicarme a la política. Llegaba a casa agotado. Después, eran las disputas. Después, si tu te casas, es para dedicarte a tu mujer cada noche ¿no?
- Supongo.
- ¿Entonces?
- Nada. Es así como se pierde una guerra." (p. 75)
"El cielo estaba dulce como una mujer; había subido al cielo todo el amor de la tierra." (p. 91)
"El peor peligro para mí es la belleza [...] La belleza, las más hábil de las asechanzas [...]" (p. 116)
"- Soy un aficionado a las almas -dijo Daniel sonriendo. Y añadió con emoción-: La tuya tiene que ser exquisita, siempre que sea liberada de cuanto la estorba." (p. 128)
"Lo destruiriemos todo. Pero no con palabras sino con actos. Todo lo que has recibido de otros se disipará en humo. Lo que quede serás tú." (p. 129)
"¿Hace falta que los hombres lo hayan perdido todo, hasta la esperanza, para que pueda leerse en sus ojos que el hombre podría ganar?" (p. 138)
"He aquí que llega el tiempo de los asesinos." (p. 141)
"El cuerpo, elcuerpo mortal, bosque de deseos..." (p. 230)
"... porque la desesperanza no es solamente un pecado contra la bondad divina. Los mismos descreídos convendrán conmigo en que es un atentado del hombre contra sí mismo y, si cabe decirlo, un suicidio oral." (p. 234)
"¿Se tiene acaso el derecho de decir alguna vez que no se puede hacer nada?" (p. 275)
"Todas la partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios, ailjibes. La casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo... Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, asterión."
Jorge Luis Borges, La casa de Asterión.
Jorge Luis Borges, La casa de Asterión.
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