De: Gorki, Máximo. Los ex-hombres, Ediciones Ela, México, 1981.
"Es probable que hablando como lo hacían, pensaran de otro modo. Es un singular rasgo de aquellas gentes: en su íntimo trato aspiran a parecer peores de lo que son en realidad.
El hombre que en sí no tiene nada bueno, en ocasiones gusta presumir con sus maldades." (p. 27)
"-¿A mí? ¡Yo perecí por amor a la vida, idiota! Amaba la vida..., mientras que el comerciante la detesta. Justamente por eso no le soporto... Para nada entra en esto mi nobleza. Hasta, si deseas saberlo, te diré que yo no soy noble, sino que soy un hombre decaído de mi calidad de hombre. Ahora me burlo de todo, de todos, y la vida se me figura una querida que me abandonó... Por esto la desprecio, por esto me es completamente indiferente." (p. 29)
"Hablaban de su pasado, pero evocaban raras veces el rcuerdo, y siempre en tono burlón... Posible es que tal manera de pensar fuese racional, porque, en la mayoría de las gentes, el recuerdo dibilita la energía para el presente, minando la esperanza en el porvenir." (p. 32)
"La pesada puerta de la taverna en que me hallaba sentado ante Orlof se abría a cada instante, y al hacerlo, exhalaba pequeños gritos que se hubieran llamado voluptuosos. Y en el interior de la taberna evocaba la visión de una inmensa boca que, lentamente pero de un modo cierto, íbase tragando a los desgraciados." (p. 145)
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